Caracas, San Mateo y Capaya son algunas de las localidades a las que se les atribuye la gloria de haber sido la cuna del Padre de la patria.
Redacción: REDpatrimonioVE

Hace algunos días un grupo de niños aragüeños, asistieron junto a sus representantes a una actividad cultural en Caracas y que luego de ella decidieron visitar la vivienda en la que se dice que un 24 de julio de 1783 nació el Padre de la patria. Lamentablemente llegamos luego de la hora de cierre (3:00 pm), mas a las afueras de la edificación conversamos con uno de los trabajadores del lugar.
Lo curioso fue que cuando el trabajador no dijo “esta es la casa en la que nació Bolívar”, los representantes aragüeños respondieron con firmeza: “¿Esta? Simón Bolívar nació en San Mateo de Aragua”. Ante la respuesta se inició una discusión que es parte de una polémica histórica, la cual también incluye otras poblaciones como Capaya, ubicada en el estado Miranda, que también es señalada como lugar en donde el Libertador vio la luz del Sol por vez primera.
Esta disyuntiva es parte de la tradición oral de los pueblos venezolanos y por tanto, por ser parte de la identidad de quienes habitan en esas localidades, se puede decir que forma parte de un patrimonio inmaterial que se ha mantenido por generaciones. Estas versiones involucran además propiedades que pertenecieron a la familia Bolívar y Palacios, que no solamente tienen una vinculación con el Libertador sino que son un testigo de las formas arquitectónicas predominantes para la época de finales del siglo XVIII, de allí que por su valor histórico y referencial estas propiedades han sido declaradas Monumento Histórico Nacional. Recordemos algunas de ellas.
Casa oficial del alumbramiento

Tal como lo reseñan en los libros de historia, Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco nació en Caracas, en la casa ubicada frente a la ahora plaza El venezolano y la esquina San Jacinto.
Construida en 1643, es heredada por María P. de Ponce, quien contrajo matrimonio con Juan de Bolívar y Villegas, abuelo de Simón Bolívar. De acuerdo a una reseña publicada en el portal Aporrea, a raíz de la muerte de Doña Concepción Palacio y Blanco, madre del Libertador, la familia decide desocupar en 1792 y luego en 1806 es adquirida por Juan de la Madriz.
Se dice que en 1827, Simón Bolívar pisó por última vez su antigua casa luego de una invitación a cenar por parte de Madriz. Guzmán Blanco compra el inmueble en 1876 y hasta 1912 su uso fue para fines comerciales. En el último año mencionado el gobierno de Juan Vicente Gómez adquiere la casa a instancias de una Comisión Ciudadana formada para su rescate, de acuerdo a un decreto del 19 de marzo de 1910 que insta para que sea transformada en Museo Boliviano.

De acuerdo a una reseña del Registro de Patrimonio Cultural de Venezuela, los trabajos de intervención de la casa que actualmente se conoce se iniciaron en 1916 y se inauguró el 5 de julio de 1921. El objetivo de esta intervención fue convertirla en un monumento a Bolívar por lo que sus espacios y acabados se adecuaron con materiales de lujo y abundante ornamentación, que no existieron previamente.
Los trabajos fueron delegados al ingeniero e historiador Vicente Lecuna, con asesoría de los arquitectos Alejandro Chataing y Antonio Malaussena, el historiador Manuel Landaeta y el anticuario Christian Witzke.
La distribución espacial responde a las casas construidas en la colonia, de un solo nivel, planta rectangular y acceso a través de un zaguán. Dos patios, a partir de los cuales se organizan las habitaciones de dormitorios, áreas sociales y las áreas de servicio. La fachada de un solo cuerpo, presenta un friso almohadillado, vanos de ventanas y puerta ornamentados con finos acabados.
Del origen aragüeño

Cuenta de voz del pueblo de Aragua, que la fecha en la que nació Bolívar coincidía justamente con el tiempo de zafra en la que los patronos solían estar en sus haciendas para vigilar todo el proceso. De allí que en esta población ubicada - actualmente con carretera - a hora y media de Caracas, se afirman que el libertador de seis naciones nació en el Ingenio Bolívar o Museo de la Caña de Azúcar. Además, se apoyan en que la negra Hipólita, mujer que amamantó al cuarto hijo de Don Vicente, era de esta población.
Esta edificación fue habitada durante 207 años por la familia de Simón Bolívar. Sus orígenes se remontan al siglo XVI. La historia vinculada con la familia Bolívar se remonta a 1593, fecha en la que Simón Bolívar El Mozo recibe de manos del Gobernador Osorio la encomienda de San Mateo., lugar en el que fija su residencia en lo alto de la colina y al pie. En esta hacienda se procesaba azúcar, ron y se cultivó café, algodón, tabaco y añil.
En 1924, durante el gobierno de Juan Vicente Gómez, el inmueble fue adquirido por el Estado «…por ser el lugar determinante en el desarrollo físico, emocional e intelectual del Libertador Simón Bolívar», y representativo del considerado del desarrollo agroindustrial del país declarado. Posteriormente, el 3 de septiembre de 1964 fue declarado Monumento Histórico Nacional según Decreto 27 533.
Por decreto presidencial Nro. 4 847, del 26 de septiembre de 2006, la Casa Histórica de San Mateo e Ingenio Bolívar, junto con otros sitios históricos, se integran a la Fundación Museos Nacionales «…a los fines de que ejerza funciones de preservación, conservación, resguardo, mantenimiento, reparación, promoción, exhibición y divulgación”.
Con la orden presidencial se convertía el complejo azucarero en el Museo de la Caña de Azúcar, fue reinaugurado el 29 de marzo de 2014 luego de una restauración a fondo realizada por el arquitecto Jesús Alvarado, quien durante la ocasión explicó que “… la recuperación se hizo a fondo, desde los techos, tejas criollas, paredes y pisos; usando los mismos materiales con que construyeron la casa histórica, como la caña brava y el barro tapiado”. Según el restaurador, “el deterioro mayor se encontraba en los techos y en los muros” y destacó que recibieron el apoyo de artesanos locales especializados en el tejido de caña amarga, así como la participación del consejo comunal Ingenio Bolívar II.
El Ingenio Bolívar, como factoría azucarera, consta de un canal de aducción, una rueda hidráulica, un horno con chimenea alimentado con el bagazo de la caña como combustible y las calderas, bateas y alambiques que se usaban para producir papelón (pan de azúcar), azúcar o ron. Actualmente es la sede del Museo de la Caña de Azúcar.
Sus muros son de mampostería mixta con friso; columnas de ladrillo y horcones de madera y los techos reposan sobre estructuras de madera con tendido de caña amarga y tejas criollas de arcilla a dos y cuatro aguas. La construcción civil dispone de cinco salas que contienen muebles y equipos originales de la época colonial propiedad de la familia Bolívar.
¿Bolívar capayense?

En un reportaje publicado en la revista Memorias de Venezuela (2009) del Centro Nacional de Historia se relata que para la población de Capaya la verdad es que Simón Bolívar nació en esta localidad mirandina, en una de las propiedades de la familia Bolívar y Palacios, conocida como un centro cacaotero y de esclavitud, que formaba parte de un complejo de haciendas e ingenios que se encontraban establecidos por todo el valle de Capaya y el área de Barlovento en general, desde principios del siglo XVIII. Se dice que posteriormente fue trasladado a la ciudad de Caracas, río arriba en un guanepe –una especie de petaca elaborada con caña amarga–, a los dos días de nacido, para su presentación y bautismo en la capital.
Tanta es la certeza de esta versión que existe un decreto de la alcaldía que la denomina como sitio simbólico del nacimiento de El Libertador. Pero la tradición oral que vincula el nacimiento de Bolívar con Capaya va más allá de lo geográfico. Existen versiones que aseguran que el futuro estratega político nació del vientre de una india esclava y de su padre Juan Vicente Bolívar, e incluso en boca del pueblo se atribuye a su madre un color de piel negra, de condición esclava, lo cual señalan que fue la razón por la que El Libertador era trigueño.
Otra de la historias señala que en las fechas próximas a su nacimiento, doña María de la Concepción Palacios, madre de Bolívar, se encontraba en una de sus haciendas de Barlovento, y cercana a la fecha del alumbramiento amadrinó a una niña, hija de una esclava de su hacienda. Esto da razones para presumir que el nacimiento de Bolívar pudo haberse producido en Capaya, puesto que para la época no era posible llegar tan rápido, y así poder dar a luz en Caracas.
De todo esto lo que pudiese decirse es que, tomando el concepto de patrimonio como ese enlace con el arraigo y la identidad de un pueblo, podría decirse que el Libertador, además del Padre de la patria, es un patrimonio cultural de esta población pues su razón de ser está estrechamente relacionada con Bolívar.
Desde el paso por estas tierras en 1814, en tiempos de la Emigración a oriente, hasta momentos puntuales como el ofrecimiento de una taza de café al Libertador o el árbol de tamarindo debajo del cual descansó con sus tropas, son momentos que originaron los epónimos de sus sectores: El café, barrio Tamarindo, entre otros.
De la hacienda en la que tuvo lugar el supuesto alumbramiento de Bolívar solo quedan las ruinas, no obstante cada espacio de Capaya tiene un simbolismo o anécdota asociado al Libertador. “De esta manera, la memoria del pueblo de Barlovento –y específicamente la de Capaya– se ha preservado gracias a su fuerte e importante tradición oral, que ha contribuido a apropiarse de Simón Bolívar, haciéndolo parte fundamental de sus valores históricos e ideológicos como territorio”, refiere el reportaje.
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