Octavio Sisco Ricciardi
Llano adentro dos seres se enfrentan sin otra arma que el canto y la sagacidad. Uno de ellos, vestido de negro y cabalgando un caballo negro, retó al otro, coplero de cabello encendido que en virtud de un férreo código moral no puede negarse al combate. Cantan toda la noche en encarnizado contrapunteo, un freestyle en una competencia tradicional en la que ambos contendientes deben hacer uso de sus mejores habilidades como poetas y como improvisadores. El retador no es otro que el «Capitán de las Tinieblas», Satanás, y la prenda a disputar no es otra que el alma del «catire quitapesares», Florentino. Al final, entre invocaciones de entidades divinas y el advenimiento del alba, se impondrá el bien.
La conocida leyenda del Llano del hombre que venció al Diablo es la materia prima de un autor venezolano, el poeta Alberto Arvelo Torrealba, quien «la viste de octosílabo en estrofas de corrío», como escribiera el investigador Manuel Bermúdez (Enciclopedia de Venezuela, Editorial A. Bello, S.A., Caracas, 1973; tomo VII). Florentino y el Diablo, es publicada en 1940, posteriormente en 1950 y 1957, publicaría dos nuevas versiones que ampliaban la original. El poeta Arvelo y su obra ostenta la condición de Bien de Interés Cultural de la Nación.
En pleno siglo XXI otro poeta, nacido en Caracas, crecido en Maracay, hace lo propio pero a ritmo de rap. Tyrone José González Orama, mejor conocido por su nombre artístico Canserbero, fue un rapero, compositor y activista social venezolano. Fue uno de los intérpretes más destacados y significativos del rap independiente en Venezuela y en América Latina. Quiso la fatalidad arrebatarle su vida en 2015 con apenas 26 años.
Desde joven mostró interés por la música, principalmente influenciado por el reggaetón, pero tras el asesinato de su hermano, sus referencias musicales cambiaron a géneros más críticos como el hip hop y el hard rock, apreciable en canciones como «Es épico».
“Es Épico” forma parte del repertorio de su disco “Muerte” aparecida en 2012. Es un tema fusión basado en el infierno de “La Divina Comedia” de Dante Alighieri y el poema de Alberto Arvelo Torrealba “Florentino y el Diablo”.
El mérito de Canserbero es hacer varios guiños de la obra de Dante como los círculos infernales, Caronte, su barca y el Estigia; el can Cerbero (aprovecha para hacer un juego lírico con su nombre artístico) donde aparecen en sincronía en el mar de lava diversos personajes de la era post-Dante.
“Es épico”, es una canción envolvente, llamativa, y creativa, casi hipnotizante. Canserbero transforma la semántica en música. Crea un personaje que se presume ser él mismo narrado en primera persona. Tiene una misión: matar al asesino de su hermano. Minutos después de culminar lo planeado cae al suelo, también muere. El relato gira extraordinariamente: el protagonista está en el infierno junto a personajes de la historia universal, como el Che Guevara, John F. Kennedy, Simón Bolívar, el Papa Juan Pablo II, el Dalai Lama, la reina Isabel de Inglaterra hasta el propio Buda, entre otros. De existir un infierno, ¿ellos estarán allá a pesar que en el mundo fueron y son modelos a seguir? Al igual que Dante, que observó en su visión infernal a personas históricas de su tiempo y del pasado, ese recurso lo toma Canserbero para aggionarlo.
¿Qué lo hace épico? Enfrentar a Lucifer en su propia casa a un duelo de rap, que de resultar ganador, retornaría al mundo de los vivos. Si pierde no solo permanecería en los infiernos sino que además, tomaría el alma de su padre. Adapta el recurso del contrapunteo coplero por una batalla freestyle de versos e improvisación. La canción finaliza con los sonidos de una sala de urgencias. Se escucha el pulso del electrocardiograma: Canserbero ganó, como ganó Florentino en la inmensa llanura venezolana.
¿El rap y sus intérpretes pueden ser reconocidos como portadores patrimoniales de un país?
El hip-hop surge como una identidad urbana que abraza una variedad de manifestaciones artísticas, tales como el grafiti, el rap, las danzas urbanas, el DJing, la indumentaria y sus formas de expresión oral, así como el conocimiento del entorno urbano. Sus orígenes, tal como los conocemos, remiten a los Estados Unidos al comienzo de los años setenta, aunque no de manera prístina, sino reelaborando diferentes elementos en el tránsito de la cultura afro, como el soundsystem jamaicano. Más allá de su origen, la relevancia actual del hip hop como industria musical se refleja en su alta popularidad.
En 2001 la lucha por reconocer y dignificar al hip-hop como movimiento global llegó a la ONU, en Nueva York, donde fueron presentadas “Las declaraciones de paz del hip-hop”, que integran “una acumulación de todas las entrevistas y notas tomadas en las [...] Cumbres del hip hop y en sus conferencias desde 1987.
Un campo de acción significativo en la lucha internacional por el reconocimiento es el que se permite tras las convenciones del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO asimilado por las legislaciones nacionales de sus países miembros.
Estos antecedentes adoptan diversos sentidos del patrimonio cultural: como elemento de la identidad, agente de la memoria, estrategia política o como recurso económico; los procesos de reconocimiento patrimonial se inician con la voluntad por legitimar los referentes simbólicos de un grupo ante sus respectivas fuentes de autoridad, por lo que las estrategias para conseguirlo serán tan variantes como sus respectivas circunstancias políticosociales.
Por ejemplo, en Brasil, después de varios años de movilización entre colectivos del movimiento de hip-hop en 2017 fue aprobada la ley n° 2799 que declara como Patrimonio Cultural Inmaterial del estado de Río de Janeiro a la cultura hip-hop y todas sus manifestaciones artísticas, como el breaking, grafiti, rap y el DJing.
Canserbero fue un cantautor de reconocida talla internacional que lo ubica como uno de los mejores exponentes en su género de Latinoamérica. Es tiempo de reconocer a las nuevas expresiones culturales. Es tiempo de reconocer a Canserbero. Sobran sus méritos para ser declarado Portador Patrimonial de Venezuela. Canserbero es épico.